En este post, hablaremos de las diferencias entre una empresa generadora de valor y una una empresa valiosa, dos conceptos que se suelen confundir, al creer que van unidas de la mano, cuando en realidad, no tiene por qué. Además, hablaremos de la importancia de innovar en valor.
1. Introducción
A la hora de montar una empresa, muchas veces tendemos a pensar en ideas empresariales que pensamos que pueden ser muy valiosas para los clientes. Y eso es completamente lógico y normal. De hecho, es lo que se tiene que hacer. Sin embargo, hay que intentar aportar valor en espacios de mercado donde haya poca competencia. La clave está en buscar nuestro océano azul.
2. ¿Cómo innovar en valor?
Las estrategias de innovación en valor no se centran en entrar en guerra constante contra la competencia, sino en buscar entre todos los factores competitivos del sector, aquellos que generan un valor superior, y centrarse en ellos. Para innovar en valor, hay dos herramientas que nos pueden ayudar:
Curva de valor: nos sirve para identificar los factores competitivos de un sector, las propuestas de valor de los competidores, entender en qué factores competitivos se centran más los competidores o la industria, y a partir de ahí, crear propuestas de valor innovadoras, buscando la diferenciación sobre el resto y disfrutar de un océano azul.
Imagen 1. Curva de valor
FUENTE:https://javiermegias.com/blog/2012/06/herramientas-la-curva-de-valor-de-la-competencia/
La matriz RICE: ayuda a crear o evolucionar propuestas de valor, buscando la diferenciación. Trata, principalmente, de dejar de hacer cosas que están haciendo los demás, disminuyendo la inversión en ciertos factores competitivos (bloque reducir y eliminar), y de poner el foco en ciertos factores competitivos concretos, aumentando la inversión (bloque de incrementar y crear).
IMAGEN 2: Matriz RICE
FUENTE: https://www.kewlona.es/2020/06/ventajas-competitivas-posicionamiento/
3. Ejemplos de la importancia de innovar en valor y estar en un océano azul.
Tal y como comentábamos con anterioridad, una empresa puede crear muchísimo valor, sin ser rentable en sí misma. Por tanto, no podemos simplemente centrarnos en ofrecer valor. La clave es capturar la mayor parte posible del valor que creas, que debe ser lo máximo posible.
Un ejemplo claro es el que aporta Peter Thiel, en su libro, De cero a uno, sobre las aerolíneas estadounidenses. Este ejemplo nos permite entender a la perfección lo comentado anteriormente. A pesar de ofrecer un servicio indispensable para millones de personas y de generar cantidades ingentes de dinero todos los años, las aerolíneas no conseguían conseguir grandes rentabilidades. Por ejemplo, en el año 2012, el precio medio de un billete era de 178$ y, sin embargo, la aerolínea recaudaba sólo 37 centavos por pasajero. ¿Qué te parece? ¿Podría ser mucho mejor, verdad? Pues la verdad que sí. Al fin y al cabo, no es lo mismo generar valor que ser rentable. Son dos cosas que no tienen por qué ir unidas indispensablemente, aunque como es obvio, se puede generar mucho valor y ser muy rentable.
Ejemplo de esto, y contrariamente a las aerolíneas, podemos mencionar el caso de Google. En 2012, Google recaudó 50.000 millones de €, cifra menor que la de las aerolíneas. Sin embargo, se quedaba con el 21% de esos ingresos en concepto de beneficio. No es de extrañar que esta empresa valga ahora bastante más que todas las aerolíneas juntas. ¿La clave? Google está sola, no tiene un competidor directo, mientras que las aerolíneas compiten entre sí, haciendo que los beneficios disminuyan. Google innovó en valor, y se situó como líder en un sector con muy poca competencia y que generaba mucho valor a los clientes. Se puede decir que Google disfruta de un océano azul.
4. La clave
Como ya te habrás imaginado, la clave es tener la mínima competencia posible en una empresa, cuanto menos mejor, y al mismo tiempo estar dentro de un mercado relevante. De nada nos sirve ser dueños del mercado de sombrillas en Islandia, si es un mercado totalmente irrelevante en el país. Hay que encontrar un mercado que encaje con las capacidades de la empresa y que al mismo tiempo sea relevante. Una vez hecho esto, mediante nuestros bienes, servicios, capacidad productiva o cualquier otra característica que nos pueda hacer sobresalir sobre nuestros competidores, hacernos progresivamente con la mayor cuota de mercado posible. Esto nos permitirá no estar tan preocupados en la competencia, y en enfocarnos en otros aspectos que pueden afectar a nuestra empresa como la felicidad de nuestros empleados, el impacto de nuestros productos, etc. De hecho, Google es un gran ejemplo de cuidar mucho de sus empleados, caracterizándose por disponer de muchas actividades recreativas en los lugares de trabajo para que ellos se puedan relajar y despejar la mente cuando se sientan abrumados.
5. Conclusiones
No hay que pensar que una vez conseguida una alta cuota de mercado, hay que desatender nuestros productos o cualquier otra cosa importante para el consumidor. Si por algo destaca nuestro mundo es por ser dinámico, constantemente se crean nuevas y mejores cosas, y si descuidamos nuestros productos, rápidamente vendrá otro competidor y mejorará lo creado anteriormente, arrebatándonos nuestra posición privilegiada. Debido a esto, las empresas innovan constantemente, independientemente de su posición, haciendo que la sociedad progrese. De hecho, la historia del progreso es una historia de empresas monopolísticas que cada vez se hacen mejores, reemplazando a los titulares anteriores. Es por esto por lo que los incentivos en economía son esenciales, sin el incentivo que les produce la promesa de muchos años de beneficios monopolísticos no habría progreso. Estos beneficios monopolísticos generan que estas empresas puedan hacer planes a largo plazo y financiar ambiciosos proyectos de investigación, que las empresas más pequeñas con mucha competencia, no se pueden permitir realizar. Por lo que, innovando en valor no sólo le hacemos un favor a nuestra empresa, sino que se lo hacemos a la sociedad.
¡Espero que os haya gustado!
Bibliografía
Peter Thiel – De cero a uno