En el artículo de hoy, introduciremos la famosa ley de Pareto (80/20) y veremos aplicaciones en la gestión empresarial y en el día a día. Antes de comenzar con la explicación, os dejo esta frase del autor de esta ley, Vilfredo Pareto, para que reflexionéis sobre lo que vamos a comentar.
“If you’re Noah, and your ark is about to sink, look for the elephants first, because you can throw over a bunch of cats, dogs, squirrels, and everything else that is just a small animal and your ark will keep sinking. But if you can find one elephant to get overboard, you’re in much better shape.”
1. ¿Quién es Vilfredo Pareto?
Vilfredo Pareto (1848-1923) fue un ingeniero, sociólogo, economista y filósofo itálo-francés. Era una persona con una clara mentalidad analítica y amante de las matemáticas. De hecho, convirtió la economía en una ciencia arraigada en números y hechos. A diferencia de muchos de los economistas de la época, los libros y trabajos de Pareto estaban llenos de ecuaciones
Es famoso por la ley que elaboró: la Ley de Pareto. Esta ley fue descubierta por él a finales del siglo XIX mientras estaba en su jardín. Se dio cuenta de que una pequeña cantidad de vainas de guisantes eran las responsables de producir la mayoría de los guisantes. Esto despertó su curiosidad y se preguntó si esta distribución desigual ocurriría en otros aspectos de la vida.
Por aquel tiempo estaba estudiando la riqueza en varias naciones. De manera que al ser italiano, intentó ver si esta distribución desigual ocurría en Italia. Y efectivamente, se dio cuenta de que el 80% de la tierra en Italia estaba controlada por el 20% de la gente. Al igual que ocurría con los guisantes, la minoría de las personas controlaba la mayoría de los recursos.
Siguió investigando, y aunque vio que los números nunca eran exactos, la tendencia era remarcablemente consistente. De esta manera, formuló la Ley de Pareto, que establece que, de forma general y para un amplio número de fenómenos, aproximadamente el 80% de las consecuencias proviene del 20% de las causas. También describe que con solo el 20 por ciento del esfuerzo global puede alcanzarse el 80 por ciento del rendimiento. Con un 80 por ciento de trabajo, el restante 20 por ciento de éxito necesita el mayor esfuerzo. Por eso también se la conoce como la Regla del 80/20.
2. Más evidencia sobre la ley de Pareto (80/20)
En los años posteriores, la teoría se popularizó entre economistas y la gente veía esta ley del 80/20 en todos lados. Justo lo que te ocurrirá a ti cuando acabes este artículo, o eso espero.
A continuación, algunas más evidencias en cosas más cotidianas:
- En la NBA, el 20% de las franquicias han ganado el 75% aproximadamente de los títulos.
- El 20% de la población más rica posee el 80% de los ingresos mundiales
- Sobre el 20% de las calles de una ciudad se concentra el 80% del tráfico
- El 80% del tráfico de datos en Internet tiene lugar en el 20% de las páginas web.
- El 20% de los contactos reciben el 80% de las llamadas.
Estoy seguro de que tú mismo puedes pensar en cientos de actividades donde su cumple esta regla.
3. El ganador se lo lleva todo
Los seres humanos siempre estamos luchando por los mismos recursos. Por ejemplo, muchas empresas luchan por los mismos clientes, los políticos luchan por los mismos votos, los deportistas olímpicos luchan por la misma medalla de oro y las cadenas de televisión compiten por nuestra atención.
Sin embargo, no hay termino medio, es decir, sólo hay un ganador. Por ejemplo, no puedes votar a dos partidos al mismo tiempo. Aunque uno te guste un 1% más que el otro, ese partido recibirá el 100% de tu voto.
Lo mismo ocurre por ejemplo, en la carrera de los 100 metros lisos de las Olimpiadas. Puede que Usain Bolt sea una centésima de segundo más rápido que Justin Gatlin. Sin embargo, quien se lleva la medalla de oro, y por tanto el 100% del premio, es Usain Bolt.
Otro ejemplo puede ser la lucha de varías empresas por captar un cliente potencial importante. Estas empresas competirán entre sí, gastando recursos, pero solo una conseguirá el cliente. Como vemos, es otro caso, donde el ganador se lleva el 100% del beneficio. ¿Pero cómo ganamos este juego?
Simplemente siendo mejores que el resto. ¿Mucho más? No hace falta. Con ser ligeramente mejores que el resto sobra para llevarse toda la recompensa. Ya lo vimos en el ejemplo de Usain Bolt y Gatlin. Una centésima de segundo puede significar llevarte la medalla de oro y un sitio para la historia o no. Por ser un poco mejor que el resto, la recompensa es descomunal, ya que te llevas tú toda la recompensa. El premio por ser un poco mejor, no es un poco más de recompensa, es toda la recompensa.
4. ¿Cómo llegamos a la distribución 80/20?
Los efectos de “el ganador se lleva todo” en las competiciones individuales pueden llevar a que “el ganador se lleve la mayoría” con el paso del tiempo.
Desde esa posición ventajosa, el ganador comienza el proceso de acumulación de ventajas que le faciliten ganar la próxima vez. Lo que comenzó como un pequeño margen está comenzando a inclinarse hacia la regla 80/20.
4.1 Ejemplos
A continuación, vamos a ver una serie de ejemplos:
Ganar la medalla de oro, te dará más dinero de publicidad, mejores entrenadores, mejores instalaciones y más confianza. La próxima vez tendrás más posibilidades de volverla a ganar.
Ganar ese cliente importante, te dará más ingresos, quizás más popularidad y una oportunidad para crecer muy superior a la de tus competidores.
Que te acepten en esa entrevista de trabajo porque has sido ligeramente superior al resto, puede significar que en unos años te contraten de otra empresa más importante con mejor salario. Mientras que aquel al que denegaron por un pequeñísimo margen, quizás esté más estancado laboralmente.
Si una carretera es un poco más conveniente que la otra, entonces más personas viajarán por ella. Como consecuencia, es probable que más negocios se construyan al lado de esta carretera. A medida que se construyen más y más negocios, las personas tendrán más razones para usar la carretera y, por lo tanto, recibirá aún más tráfico. De manera que se cumpla que “el 20 por ciento de las carreteras recibe el 80 por ciento del tráfico”.
Si una empresa posee una tecnología más innovadora que la otra, más personas comprarán sus productos. A medida que la empresa genera más dinero como consecuencia de esta mejor tecnología, podrán invertir más en I+D, pagar mejores salarios y contratar mejores personas. Pronto, una empresa dominará la industria.
Si un autor consigue que su libro se convierta en un best-seller, los editores estarán más interesados en su próximo libro. Cuando salga el segundo libro, el editor pondrá más recursos e invertirá más dinero en marketing, lo que hará que sea más sencillo que este segundo libro se convierta en otro best-seller.
El margen entre bueno y excelente es más estrecho de lo que parece. Lo que comenzó como una pequeña ventaja, con el paso del tiempo, pasa a ser una gran ventaja. Cada ciclo adicional consolida aún más el estado de los que están en la cima. Teniendo todo esto en cuenta, es irremediable no acordarse de Jim Collins, que decía que “Good is the enemy of great”. Ser “good” en lugar de “great” puede suponer muchísimos cambios a largo plazo como consecuencia de este efecto compuesto.
5. Ley de Pareto (80/20): aplicación a la gestión empresarial
Vamos a comentar como la Ley de Pareto se puede aplicar al mundo empresarial.
Ya hemos visto que pequeñas diferencias en el rendimiento pueden dar lugar a distribuciones muy desiguales cuando se repiten a lo largo del tiempo. De aquí se deduce la importancia de los hábitos correctos. ¿Por qué? Pues porque las personas y organizaciones que puedan hacer las cosas de una mejor forma de manera más consistente tendrán más probabilidades de mantener una ligera ventaja y acumular recompensas a lo largo del tiempo.
Si somos una empresa y hacemos las cosas ligeramente mejor que la competencia durante un período significativo de tiempo, iremos ganando poco a poco a la competencia y consolidándonos como líderes. Lo que empezó como una pequeña ventaja, puede significar mucho con el paso del tiempo.
A esto se le puede llamar la regla del 1%. Viene a decir que con el tiempo la mayoría de las recompensas en un campo determinado se acumularán para aquellas empresas o personas que mantengan una ventaja del 1% sobre los competidores. De manera que no es necesario ser el doble de bueno para obtener el doble de resultados. Sólo se necesita ser ligeramente mejor.
La regla del 1% no es solamente una referencia a que pequeñas diferencias se convierten ventajas significativas, sino también a la idea de que aquellos que son un uno por ciento mejor que la competencia lideran sus respectivos campos e industrias. Por lo tanto, se deduce que el proceso de ventaja acumulativa es el motor oculto que impulsa la regla 80/20.
6. Conclusión
Ligeras ventajas pueden dar lugar a grandes ventajas. Esa es la conclusión que saco de esta ley. Es irremediable no reflexionar sobre todos los ámbitos en lo que se aplica esta ley. Así como la importancia que le otorga a la mejora constante, ya sea de la organización o de la persona. Estar en un estado de mejora constante, te permitirá obtener pequeñas ventajas sobre tus competidores que a largo plazo se traducirán en diferencias significativas. Por eso, soy partidario de la frase antes mencionada de Jim Collins: “Good is the enemy of great”. No podemos permitirnos hacer las cosas simplemente bien. Debemos tratar de hacer las cosas de forma excelente o al menos de forma ligeramente mejor que los competidores. A largo plazo, la diferencia entre ser igual que tus competidores o ligeramente mejor puede suponer grandes diferencias por el efecto compuesto de ser un 1% mejor.
Espero que os haya gustado y que reflexionéis sobre esta ley.
Podéis leer el artículo anterior aquí: https://kaizenomia.com/nfts-introduccion-futuro-economia-digital/
Bibliografía
https://jamesclear.com/the-1-percent-rule?__s=%5Bsubscriber.token%5D